A CARBONCILLO
En la primera semana de trabajo del curso se nos pidió, a carboncillo y sobre distintos soportes (a mí me tocó en mesa y en caballete), realizar dibujos de tal manera que se siguieran sólo dos pautas: expresarnos a nosotros mismos y experimentar con distintas técnicas del carboncillo.
En consideración de los comentarios de los profesores en general, creo que mi primer resultado consiguió el objetivo de la expresión: evité las líneas cerradas o la imitación de objetos reales, sin bordes ni nada definido. Sin embargo no experimenté lo suficiente con cómo usar el carboncillo, cómo colocarme de distintas maneras para obtener distintos resultados, etc.
Algo que aprendí en esta clase es la importancia de la colocación del que dibuja. Al ponerme en caballete tuve mucha más libertad de movimiento y mejor perspectiva general del dibujo, lo que me permitió mejorarlo. En este caso experimenté más con el carboncillo, las manos y el trapo.
CON PASTELES
La siguiente clase comenzamos con los pasteles, realizando el mismo ejercicio que en la clase anterior. Considero que mis resultados, como un primer intento, fueron bastante pésimos, ya que nunca había utilizado estas pinturas y no sabía cómo difuminarlas, mezclarlas, etc. Además no rellené todo el espacio en blanco que ofrece el papel.
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